Es importante en el
paso 11 verter la nata fría sobre el ganache de chocolate, ya que si está caliente o templada el ganache puede derretirse y mezclarse con la nata, lo que no es tan bueno.
La crème brûlée perfecta (en mi opinión) es una crema fría y fundente con una corteza de caramelo uniforme y caliente. He aquí algunos consejos y recordatorios para conseguirlo:
- Hágalo en dos fases, primero como se indica en la receta, después vuelva a meter las cremas en la nevera para que se enfríen (unos 30 minutos) y, por último, caliéntelas con un soplete durante unos segundos justo antes de servirlas.
- Es más fácil hacer la corteza de caramelo si se utiliza azúcar blanco en lugar de azúcar de caña, pero es sobre todo una cuestión de gusto...
Si no tiene soplete, puede probar a utilizar el horno: ponga las cremas en la bandeja de goteo, llénela
de agua fría hasta la mitad y póngala uno o dos minutos (como máximo) bajo la parrilla del horno caliente, con la puerta abierta, para caramelizar el azúcar. El agua fría sirve para evitar que las cremas se vuelvan a cocer, pero es muy complicado porque el grill del horno siempre está demasiado caliente.