Tu plancha
La "fabricación" es tan sencilla como el propio principio.
Tendrás que hacerte con una plancha de acero inoxidable alimentario bastante gruesa.
Elige un tamaño lo suficientemente grande para que se adapte al tamaño de la placa de cocción.
La mía mide unos 35 x 40 cm y tiene 1,5 mm de grosor.
Para fijarla temporalmente encima de los quemadores, he hecho un agujero en cada lado, y he pasado un trocito de alambre por el agujero para evitar que la placa se mueva cuando cocino en ella.
Lo ideal es centrarla en tu placa de cocción, poniendo la mayor de tus placas en el centro ya que la plancha necesita mucho calor.
Ya está, la plancha está lista para usar.
Los utensilios
Tampoco hace falta invertir mucho en herramientas, basta con comprar un cuchillo de pintor de acero inoxidable en una tienda de bricolaje que sea lo suficientemente ancho para trabajar cómodamente (el mío mide 10 cm de ancho).
Lo ideal es tener dos, lo que resulta muy práctico para manipular los alimentos en la plancha, ya sea otro idéntico o un cucharón de acero inoxidable para tartas.
Otro utensilio muy práctico es el pulverizador, que permite aplicar una pequeña cantidad de producto pero repartirlo uniformemente.
Recomiendo al menos uno para aceite, y otro para vinagre, balsámico por ejemplo (como el de la foto, que me regaló mi amigo Robert).
Cómo funciona
La regla básica de la plancha es que la plancha debe estar muy caliente cuando coloques en ella los alimentos que vas a cocinar. Este periodo de calentamiento puede durar unos minutos, pero por lo general nuestro objetivo es alcanzar los 250°C (490°F).
Para saber si se ha alcanzado esta temperatura, eche unas gotas de agua fría sobre la plancha; deben separarse en pequeñas gotas que salen disparadas en todas direcciones.
Cuando la plancha esté caliente, puede empezar a cocinar, poniendo un poco de aceite de oliva (por ejemplo) en la plancha...
...y añadiendo los alimentos que se van a cocinar.
O rociando los alimentos con aceite de oliva y colocándolos directamente sobre la plancha.
Este segundo método me parece más eficaz.
En cuanto un lado del alimento esté cocinado (normalmente 1 o 2 minutos), dele la vuelta con el cuchillo.
No dude en añadir todo tipo de aromatizantes: sal, pimienta, hierbas, especias, salsas o líquidos aromatizados, ¡verá que todo sabe bien en la plancha!
Cocine a su gusto por todos los lados y reparta en los platos de servir.