Para las cebollas, escoja más bien las amarillas o las blancas, intente evitar las rojas, ya que la cocción larga no les va muy bien.
En
la etapa 4 de la receta, hay 2 versiones que se oponen: los que, a la antigua, cocinan mucho las cebollas de manera que tomen un color muy muy marrón, y los que las dejan ligeramente doradas (como yo), se trata de un asunto de preferencia. Recuerdo que cuando era niño, de vacaciones en casa de mi abuela Jeanne, ella cocinaba muy marrón las cebollas de su sopa, y en ese momento me encantaba.
Para el queso rallado, elija según su preferencia un queso que se dore bien en la cocción como el Comté, el queso Gruyere o, en su defecto, el Emmental.