Bueno, en realidad no es un buen método añadirlo sin más, claro que hay que meter la hoja, pero hay un pequeño gesto previo que lo cambia todo.
data-ligne="Si se añade tal cual, como en esta foto, por supuesto que aportará sabor, pero no tanto, porque toda la hoja "encierra" un poco este famoso sabor.|/images/blog/laurier-brisees-1.webp|lefeuille de laurier intacte|d "
Para añadir mejor el laurel, lo mejor es romper primero la hoja doblándola sobre sí misma, un poco como un acordeón...
... y sólo después añadirla a la receta.
De este modo, reproducimos con este gesto un truco bastante clásico: huele una hoja de laurel, huele un poco, rómpela entre los dedos y vuelve a oler, apreciarás la clara diferencia.
Por cierto, ten en cuenta que la hoja de laurel no se come, sólo da el sabor, hay que quitarla después, así que es mejor no cortarla, o cortarla a lo largo o en trozos bastante grandes, que son más fáciles de quitar.

En
resumen: rompa siempre una hoja de laurel antes de añadirla a una receta, el sabor será mucho mejor que con una hoja intacta.