La razón de guardar los alimentos en el frigorífico es la temperatura que les aporta, generalmente 4°C, lo que permite conservarlos durante un tiempo que sería imposible a temperatura ambiente.
Sacar alimentos del frigorífico a 4°C para añadirlos a una receta que estés preparando, o para cocinarlos directamente, no es un gran problema en sí mismo, pero hay 2 pequeños problemas:
1) Carne y pescado poco hechos
En primer lugar, si haces esto con un trozo de carne o pescado que metes directamente en el horno, por supuesto que se cocinará, pero no tan bien como si estuviera a temperatura ambiente.
Una vez en la sartén o cacerola, el exterior de la pieza se calienta muy rápidamente mientras que el interior tarda mucho más en coger temperatura.
Para compensar, cocinamos durante más tiempo, lo que reseca la superficie y a veces da como resultado un centro todavía demasiado frío o poco hecho.
El choque térmico de una pieza de carne muy fría al entrar en contacto con una sartén muy caliente también puede endurecer las fibras musculares, sobre todo en las carnes de cocción rápida (bistec, escalope, ave) y endurecerlas innecesariamente.
2) Pérdida de energía
También es un (pequeño) derroche de energía para nada: imagine, por ejemplo, que quiere hervir 1 litro de leche para hacer arroz con leche. La leche, sacada del frigorífico a 4°C, tardará más en calentarse que si estuviera a temperatura ambiente.
¿Qué puedo hacer?
data-ligne="Una solución muy sencilla es sacar los alimentos del frigorífico con 1 hora de antelación y dejarlos a temperatura ambiente mientras se calientan lentamente.
En el caso de la carne y el pescado, volver lentamente a la temperatura ambiente significa que el calor penetra de forma más uniforme y el núcleo alcanza la temperatura adecuada más fácilmente.
Además, así ahorrarás energía, lo que es bueno para tu bolsillo y para nuestro planeta.
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resumen: lo mejor es que saques del frigorífico los alimentos que vas a utilizar en tu receta 1 hora antes, así se cocinarán mejor y gastarás menos energía.