Si tienes una planta de cebollino en tu jardín o en tu balcón (lo cual es una muy buena idea, por cierto) deberías encontrar, mientras escribo estas líneas, flores moradas muy hermosas, como esta:
El tallo de estas flores es muy duro, pero la flor en sí está formada por pequeñas cabezas que pueden desprenderse fácilmente tirando de ellas.
No es nada obvio, pero estas flores de cebollino se pueden comer, y mejor que eso, aportan un delicioso sabor fresco y a ajo que va perfectamente con una ensalada, por ejemplo.
Además, su bonito color malva es también una baza decorativa, hacen muy bien aportando una nota de color que hace su pequeño efecto en las ensaladas ya mencionadas pero también para, por ejemplo, la decoración de un filete de pescado justo antes del servicio a sus invitados.
Dos inconvenientes de este mini concierto de alabanzas: 1) tirar sistemáticamente el tallo, que aunque verde es insípido y muy duro y 2) a las flores como el cebollino no les gusta la cocción, donde pierden rápidamente todo su sabor, de ahí que se prefieran los platos sin cocción, o añadiendo sólo al servir.
En resumen: Utilice las flores de cebollino para dar sabor y/o decorar sus platos, preferiblemente sin cocinar.