Preparación
En la mayoría de los casos, como ya se ha mencionado, el primer paso consiste en separar las hojas de los tallos, dejando sólo las hojas, la parte más tierna y fragante de la hierba.
Esto se hace porque, por regla general, los tallos siempre están un poco duros, y no son muy agradables crudos. Pero no necesariamente hay que tirarlos: los tallos del perejil, por ejemplo, son maravillosos para cocinar en una salsa o un plato, aunque haya que quitarlos después de la cocción.
¡A picar!
De las hojas, en principio basta con ponerlas sobre una
tabla de picar, luego picarlas más o menos finas, con una picadora o un
cuchillo, y ya está?
Bueno, no es tan sencillo. En primer lugar, hay que enfrentarse a un error muy común: "
Cuanto más fino sea el picado, mejor".
No, eso es una leyenda culinaria, porque cuanto más fino se pica, más se oxidan las hierbas y pierden su sabor, y más de su sabor se pierde en los utensilios. Los cocineros tienen una frase para esto, dicen "
el sabor está en la tabla".
En cualquier caso, por regla general, las hierbas no envejecen bien una vez picadas, así que, sea cual sea el método, hay que ser rápido.
Así que pícalas, pero no te pases, hazlo rápido e incorpora las hierbas a tu receta en cuanto estén picadas. Sobre todo, no deje las hierbas picadas esperando en un rincón de la encimera, ya que perderán rápidamente su sabor.
¿Cómo picar?
Hay varias formas de picar hierbas, pero aquí tienes 3 de ellas:
Método clásico
Con un cuchillo o una picadora, trocea las hierbas que has agrupado en la tabla.
Es muy sencillo, pero necesitarás dar bastantes golpes con el cuchillo para picar todas las hierbas, que tendrás que agrupar de vez en cuando en la tabla.
La bola de masa
Las hierbas se agrupan hasta formar un pequeño paquete, una "boulette", y la "boulette" resultante se pica suavemente, como se haría con una chalota, por ejemplo.
Esto es muy eficaz, ya que las hierbas se pican muy rápidamente.
En vaso
Coloque las hierbas en un vaso y utilice unas tijeras para cortar directamente en el vaso hasta obtener la textura deseada.
Es aún más rápido y eficaz, y todo lo que tienes que hacer es verter el contenido del vaso en la receta. No puedo ocultar que éste es sin duda mi método favorito.
Picadora eléctrica
Como habrás visto, todos estos métodos son manuales, así que ¿qué pasa con las picadoras eléctricas?
Son prácticos, por supuesto, para picar hierbas y otras cosas al mismo tiempo (ajo, cebolla, etc.), pero hay que admitir que no son esenciales, y con ellos se tiende a picar demasiado fino, pulsando el botón un poco demasiado tiempo. Si usas una, recuerda no picar más de unos segundos.
En resumen: Picar hierbas es muy sencillo, pero recuerda 1) no picarlas demasiado finas y 2) no hacer esperar las hierbas picadas (incorpóralas a la receta en cuanto estén picadas).