En primer lugar, estas cortezas suelen ser tan duras como la madera.
Has hecho todo lo que has podido, pero es imposible rallar más, sobre todo a mano: está demasiado dura y corres el riesgo de hacerte daño en las yemas de los dedos con el rallador si presionas demasiado.

¿Hay que tirar la corteza? No, sería una verdadera lástima, pero ¿cómo utilizarlas? Aquí tienes algunos consejos.
En un plato caliente y líquido
Es muy sencillo: en cuanto prepare algo caliente y líquido, una sopa, un gratinado o una salsa por ejemplo, añada sus croquetas nada más empezar a cocinar y deje que aporten un delicioso sabor a su preparación mientras se cocina. Retírelas antes de licuarlas (sopas) o utilizarlas, comprobando que se han ablandado y pueden comerse.

He aquí algunos ejemplos de recetas en las que puede utilizar estos picatostes:
Gratinado de patata (en la leche con las patatas),
salsa bechamel (también en la leche) o
sopa de puerro y patata (cuando añades el agua) o
gratinado con sabor a parmesano.
También puedes preparar una
leche con parmesano que podrás utilizar después en una receta.
En el horno
Puede meter sus croutes en el horno durante unos minutos a 180°C, donde se hincharán y quedarán crujientes, para servirlas, por ejemplo, como aperitivo.

Aceite de parmesano
Corte sus croutes en trozos pequeños, póngalos en un tarro con tapa, cúbralos con aceite de oliva y déjelos macerar durante al menos 15 días.
El aceite de parmesano resultante dará un agradable sabor a sus salsas o platos de pasta.
En
resumen: las migas de queso parmesano no deben tirarse, sería una pena. Es mejor utilizarlas en la cocina, ya sea en caliente (sopas, salsas, en el horno, etc.) o en frío (mojadas en aceite de oliva).