La temperatura
Siempre tenemos una confianza total, a veces un poco excesiva en la temperatura de nuestra nevera diciéndonos a nosotros mismos que "está suficientemente fría", pero esto es algo que debería comprobarse al menos una vez con un termómetro.
La temperatura adecuada en el frigorífico debe ser de unos 6°C, pero nunca más de 8°C, ya que de lo contrario los alimentos no se conservarán tan bien, si es que lo hacen. Ajusta tu termostato para alcanzar esta temperatura, y modúlala según la estación del año porque tendrás que aumentar el frío en verano y disminuirlo en invierno.
La temperatura en una nevera no es regular, está más fría en la parte superior (donde se produce el frío) que en la inferior. Así que pon todo lo que tiene que estar muy frío arriba, los lácteos por ejemplo, y abajo lo que tiene que estar un poco menos frío (fruta, verdura...).
Higiene
Un frigorífico debe estar siempre muy limpio porque está en contacto con todos nuestros alimentos frescos, por lo que hay que limpiarlo regularmente (cada pocos meses) "a fondo", es decir: desenchufarlo, vaciarlo completamente, y limpiar el interior con una esponja con un detergente.
Si vuelves de hacer un recado, no pongas los envases de los alimentos en la nevera, no siempre están muy limpios y además ralentizan el enfriamiento. Lo mejor es "desnudar" todo lo que va a la nevera, tirando todos los envases de cartón de los yogures, los de plástico de la fruta, etc.
Además, evite poner en el frigorífico cualquier cosa terrosa como verduras, setas, etc. Es mejor lavarlos y prepararlos, antes de guardarlos en la nevera.
Las pequeñas cosas que no hay que hacer
- Poner algo caliente en la nevera para enfriarlo: pondrá en marcha la nevera y consumirá energía para nada. Es mejor dejar que se enfríe a temperatura ambiente, y sólo entonces meterlo en el frigorífico.
- Dejar la puerta abierta entre 2 entradas o salidas de producto: el frigorífico se calienta muy rápido al abrir la puerta, y se enfría lentamente al cerrarla, hay que reducir el tiempo que la puerta está abierta al menor tiempo posible.
- Coloca un plato cocinado en él sin taparlo: los olores pueden mezclarse entre los alimentos y tu plato puede tomar un olor raro, o dar uno a otro plato, o incluso ambos
Es mejor no meterlos
- Huevos: no tiene sentido, se conservan muy bien a temperatura ambiente
- Tomates: pierden todo su sabor ahí
- Fresas: pierden su sabor ahí, pero lo retoman cuando vuelven a la temperatura normal
- Quesos curados: pierden ahí su sabor, pero lo retoman cuando vuelven a la temperatura normal
- Aceite: puede coagularse
- Vinagre: se conserva muy bien a temperatura normal
En la nevera, pero cuidado con
- Las verduras o frutas en una bolsa de plástico anudada: Estarán en un ambiente muy húmedo y pueden pudrirse rápidamente, hay que abrir al menos la bolsa, ver sacándolas de ella
- Herbas: No hay que dejarlas con el pie en un vaso de agua en una esquina de la mesa, no sirve. Es mejor envolver los pies con un papel absorbente húmedo y luego meterlos en la nevera cerrados en una bolsa de plástico.