Todo esto sería muy sencillo si bastara con pesar el platillo, pero lamentablemente el peso del platillo será contado por la balanza y esto distorsionará todos tus cálculos.
Un ejemplo preciso: usted pesa la sartén y mide 750 gramos, sí, pero esos 750 gramos son el peso del contenido + el peso de la propia sartén, que por supuesto desconoce.
Dos soluciones a este problema:
1) Viertes el contenido del platillo en otro platillo colocado sobre la balanza que habrás puesto a cero (esto se llama "tara"), pero tiene dos inconvenientes: ensucia los platos para nada y te hace perder tiempo.
2) Consultas tu nota de peso de los instrumentos, que es un pequeño documento que contiene el peso de cada uno de tus instrumentos.
Para nuestro ejemplo, la cacerola llena pesa 750g, pesa 350g cuando está vacía, conclusión: ¡el contenido pesa 750 - 350 = 400g! El lavado extra se sustituye por una simple sustracción que le llevará 10 segundos.
Así que, obviamente, hay que tener a mano este famoso memorándum y, por supuesto, hay que haberlo hecho ya. Pues bien, dedícale una hora de vez en cuando, es decir, pesa todos tus instrumentos (ollas, sartenes, ensaladeras, recipientes, etc.) y anota cuidadosamente para cada uno de ellos el peso correspondiente.
Memoria en papel
El método más sencillo es en una hoja de papel: una columna de "nombre" (como "sartén grande", "ensaladera azul", "molde de cristal para tartas",...) y una columna de "peso". Es sencillo, fácil de hacer y una vez hecho lo guardas en un cajón de la cocina listo para ser usado, que será pronto.
Foto-memo
Pero con las cámaras digitales, puedes hacerlo más rápido y fácil, aquí te cuento cómo fui con cada uno de mis utensilios:
- Pesé el utensilio
- Lo puse en una pizarra borrable y escribí su peso en gramos en la pizarra con letra grande
- Le hice una foto, asegurándome de que se podía ver el utensilio y a la vez leer el peso
- Con todas las fotos me inventé mi famoso memo imprimiendo todas las fotos en modo "miniatura".
Con este sistema, no es necesario describir el utensilio ya que se puede ver, y no es necesario escribir el peso ya que se puede leer en la foto.
De esta manera, cada vez que necesito saber el peso de un determinado utensilio, sólo tengo que mirar mi fotomemoria y tengo la respuesta.
Comprueba tú mismo cómo queda:
De todas formas, no importa cómo hagas tu memoria de peso, lo importante es que la tengas a mano, verás que es muy muy útil, y la hora que vas a pasar haciéndola se verá compensada con creces por el tiempo, y el lavado, que te ahorrarás después.