Digamos que ibas a hacer una ensalada con rodajas de tomate, es posible que las hayas pelado (si no, ¡inténtalo cuanto antes!) y cortado en rodajas antes de ponerlas en tu ensaladera. Es natural hacerlo, pero tendrá un efecto desagradable: al entrar en contacto con el aliño y la sal que contiene, las rodajas de tomate desprenderán mucho jugo, agua de vegetación en realidad, y este jugo diluirá la salsa en cuestión. Esto significa que si se prepara la ensalada de tomate con antelación, es probable que se bañe en una mezcla de jugo y salsa muy líquida, que no es muy agradable.
¿Se puede evitar? Sí, hay una manera de corregir este problema, como en
esta receta por ejemplo:
- Pela los tomates (si es posible)
- Los cortas en rodajas
- Se salan ligeramente las rodajas de tomate por cada lado con sal fina (muy importante)
- Pones estas rodajas saladas en una rejilla, y las dejas reposar durante 1 hora si es posible, 30 minutos mínimo
Hacerlo de esta manera tendrá 2 efectos:
1) La sal fina en contacto con las rodajas de tomate, bombeará parte del agua que caerá bajo la parrilla, lo que "secará" un poco los tomates, y toda esta agua no irá después a tu ensalada.
2) La sal realzará el sabor de tus tomates
Pasado el tiempo de reposo, escurra con cuidado las rodajas, continúe con su ensalada de tomate como estaba acostumbrado, pero piense en reducir o eliminar la sal de su salsa, ya que la trae con los tomates, y siempre debemos tener cuidado con la sal en nuestra dieta.
Esta forma de proceder puede aplicarse también a los
tomates rellenos, por ejemplo: una vez ahuecados, salar el interior y ponerlos boca abajo en una rejilla durante 1 hora. Luego, utilícelo como de costumbre.
En resumen: Antes de utilizar los tomates
en una receta, sobre todo en crudo,
siempre es mejor salarlos con sal fina, y dejarlos reposar una buena hora para que salga el exceso de agua de vegetación, y luego utilizarlos normalmente.
¿Qué hacer con el agua de tomate así recuperada? Póngalo en un tarro cerrado en la nevera, y viértalo en una salsa o en la cocción de su próxima receta a base de tomates cocidos. O... ¡prepárate un increíble y claro Bloody-Mary!