¿Cómo puedes evitar esos famosos bultos?
Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer:
1) Si incorpora un ingrediente en polvo (harina, almendra en polvo, etc.), tamícelo antes de incorporarlo.
Esto eliminará los "grumos" que inevitablemente se forman con el tiempo en un polvo debido a la humedad. En el caso de algunas harinas, como
la de castañas, es indispensable.
No dude en tamizar juntos varios o todos los polvos de una receta, por ejemplo para una
tarta: harina + azúcar + levadura, lo que también ayudará a mezclarlo todo uniformemente.
2) Para mezclar, utilice un batidor de varillas en lugar de una batidora de repostería, una cuchara o una espátula: se mezcla mucho mejor.
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3) Si, a pesar de todo, sigues encontrándote con grumos, como último recurso, la
batidora es tu amiga: darle un buen golpe a la masa en preparación la diluirá en cuestión de segundos.
Pero cuidado, no se puede utilizar en pasteles que contengan
nata montada o
claras de huevo, ya que destruirá la ligereza de la mezcla.
¿Y si no es un polvo lo que estás incorporando?
Podrías tener el mismo tipo de problema con una mezcla que contenga mantequilla o chocolate, por ejemplo, pero es una cuestión de grasa: te saldrán grumos, de otro tipo, pero igual de molestos.
Puedes utilizar los mismos gestos salvavidas, pero tu problema se debe probablemente a una diferencia de temperatura demasiado grande entre la masa que estás mezclando y la mantequilla, y esta última se congela y se apelmaza.
El truco es seguir mezclando poniendo la masa al baño maría no demasiado caliente o, si es posible, meterla en el microondas durante 20-30 segundos.
En resumen: Para evitar grumos con los polvos: tamizar, batir, mezclar, y con las grasas: lo mismo, pero prestando atención a las diferencias de temperatura.