Quizá recuerde lo importante que es pagar mucho dinero por sus cuchillos, y elegir modelos con hoja de acero inoxidable, mango de material compuesto a menudo llamado "plástico", etc. Esto es siempre cierto, y me detengo un poco en la hoja, que al ser de acero, con el tiempo se embota, se desafila y por lo tanto debe ser afilada regularmente.
La mejor manera de hacerlo es utilizar un
herramienta especial, y en un gesto elegante (pero desgraciadamente no fácil de captar) le das a la hoja su afilado. Para abreviar, siempre hay que tener los cuchillos afilados como navajas, siempre es mucho más agradable cocinar.
Volvamos a este afilado de cuchillos, ocurre que en el gesto de afilar, naturalmente acentuamos nuestro esfuerzo en la parte media-inferior de la hoja del cuchillo, y por tanto es ahí donde el desgaste será más rápido. Este desgaste se aprecia con el tiempo, crea en la hoja del cuchillo, muy lentamente, un pequeño hueco, una ligera curvatura, que puedes ver en esta foto (flecha roja):

Este hundimiento, si es visible, es una señal de que su cuchillo está al final de su vida en modo "cocina": le costará afilarlo, cada vez más, por lo que cortará menos bien, y no será ideal para cocinar.
Para hacer una comparación, vea estos 2 cuchillos uno al lado del otro:

La de arriba es nueva, la de abajo ha vivido bien, nótese el hueco de la hoja en la parte inferior, y el bonito redondeo de la de arriba.
Así que es hora de cambiar el de abajo, por supuesto no hay que tirarlo, sino utilizarlo para otra cosa que no sea cocinar (jardín, bricolaje, ...) o reciclarlo.
Bueno, no siempre es fácil, muchas veces estamos apegados a sus herramientas, que tenemos bien a mano, pero hay que dar el paso, los viejos cuchillos aunque tengan un valor sentimental, pueden convertirse en un freno a tu buena cocina.
En resumen: Cuando la hoja de su cuchillo comienza a cavar, es el momento de pensar en cambiarla.