Para hacerlo más gráfico, no deberías hacer esto:
¿Por qué? Pues porque en el pie de la alcachofa hay unas fibras muy duras que llegan hasta el corazón, que no se cocinan o apenas se cocinan, y son muy desagradables en la boca. Al cortar el tallo con un cuchillo, como se muestra en la foto, se dejan intactas todas las fibras del corazón.
Este es el truco: no cortes, sino rompe el pie de la alcachofa, así:
Sujetando la alcachofa firmemente sobre una mesa con una mano, dobla en seco el pie con la otra mano hasta romperlo y retirarlo, y con él gran parte de la fibra que he mencionado anteriormente. Tenga en cuenta que esto es mucho más fácil cuando la alcachofa está fresca, después el tallo se ablanda y se dobla pero ya no se rompe.
Resumiendo: Para preparar una alcachofa para cocinar, no cortes el tallo, rómpelo.
Eso sí, esto es completamente diferente para las
pequeñas alcachofas moradas para las que se come el tallo (y el resto)