¿Cómo se hace?
Lógicamente, es sencillo, aunque lleve un poco de tiempo: retiras una a una las hojas más bonitas, que añades o utilizas en tu receta, y tiras el resto al compostador.
Por supuesto, si tienes muchas ramas que procesar -un puñado de albahaca para un pesto, por ejemplo-, puede ser un auténtico coñazo...
¿Se puede hacer más rápido?
Sí, porque hay un truco, un gesto preciso que permite hacerlo muy rápidamente. He aquí un ejemplo con verbena:
1) Retire y deseche las hojas que no estén del todo verdes.
2) Recoja las hojas sólo para su receta, para ello pellizque el ramito y tire de arriba abajo, en un segundo tendrá todas las hojas en la mano.
Tenga en cuenta que es importante empezar desde arriba hacia abajo, ya que las hojas se resistirán en la dirección opuesta.
3) Conserve sólo las hojas, envíe los tallos al montón de compost (si es posible).
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resumen: para quitar las hojas de una hierba de tallo largo, no hace falta ir hoja por hoja, basta con pellizcar y tirar de arriba abajo.