Cada charcutero tiene su manera de hacer, quizá encuentre una cierta diferencia de sabor (más o menos ahumada, condimentada) y de textura (más o menos grasa) entre diferentes orígenes.
No siempre es fácil encontrar una buena. Por buena quiero decir bien ahumada y no demasiado grasa, que es el principal defecto de las que se encuentran en el supermercado. Pero bueno, incluso en el lugar, en la cuna de la Morteau, en Morteau y en los alrededores justamente a veces uno se decepciona con los fabricantes que fijan multitud de medallas de concurso en las paredes de su tienda.
En todo caso, si quiere conocer un bon charcutero, mire la página de buenas direcciones.
Me pregunto de paso si la producción de salchicha de Morteau no ha sido un poco tocada por esta estúpida uniformación de los sabores que, desgraciadamente, empuja a los productores a hacer salchichas cada vez más inspípidas para que sus clientes tengan un sabor idéntico sea cual sea su procedencia. También dudo de este efecto de moda un poco estúpido que consiste en hacer la Morteau al comino. El sabor del comino, que no está en absoluto adaptado a este más sutil del ahumado, es tan fuerte que tapa el sabor de la salchicha. En resumen, hay que evitarlo.