La centrifugadora es una máquina muy sencilla: una cesta, fabricada con un tipo de alambrada de plástico, se pone a girar gracias a una manivela que se encuentra en la tapa. Con la cesta girando tan rápido, por fuerza centrífuga se exprimen todos los alimentos adentro contra los bordes. Se extrae entonces el agua (o cualquier otro líquido) contenida que queda en el fondo de la centrifugadora.
Claro que, al principio, es para centrifugar lechuga, pero también funciona muy bien con otros productos como las espinacas cocidas por ejemplo.
Si tiene que comprarlo:
Consigan un modelo robusto, sobre todo en cuanto al asa que a menudo está puesta a duras pruebas.