Al final de este tiempo, añada 50 g de
mantequilla (o más) y revuelva cuidadosamente con un tenedor para evitar que se aglomere. Está listo...
Nota: Esta preparación de la sémola es muy rápida y muy sencilla, pero por supuesto, no es tan buena y ligera como una sémola cocida en la cuscusera, que no todo el mundo tiene en casa.