Vierta 250 ml de zumo de manzana en una cacerola a fuego medio, añada el contenido de ½
vaina de vainilla (no es indispensable, pero manzana y vainilla combinan bien).
Lleve a hervir
a borbotones tapado y corte el fuego. Evite a toda costa hervir (hervir, propiamente dicho, lo que hace que el sabor de la manzana se desvanezca) y déjela cubierta.