Vierta 100 ml de agua tibia en un cuenco y añada 1 cuchara pequeña de azúcar en polvo y 20 g de levadura de panadero. Mezcle lentamente con el batidor de mano hasta que la levadura se disuelva completamente en agua, después añada 30 g de harina y mezcle nuevamente con cuidado, siempre con el batidor.