Al cabo de este tiempo, retire las setas del agua de remojo con una
espumadera o aun mejor, con una
araña.
Es muy importante no verter el agua de remojo con las setas, ésta es generalmente terrosa o arenosa y ensuciaría las setas. Por lo tanto, es necesario "sacar" las setas del agua (esto es importante).
Ponga a un lado el agua de remojo para la continuación.