En un bol grande, vierta 300 g de sémola, 100 ml de
aceite de oliva, 150 ml de zumo de limón, 2 cucharas soperas de vinagre, sal y pimienta.
La sémola (seca) se hinchará lentamente al contacto con la mezcla aceite/zumo de limón, y aunque esté cruda se pondrá muy tierna.