Para esta receta atípica, mezclaremos un brioche con un Kouign-amann, es decir, trataremos el brioche de una forma muy particular, escamándolo con mantequilla y azúcares.
Partimos de una masa especial de brioche, relativamente ligera de mantequilla, y la extendemos, un poco como la masa de un croissant, incorporando una vuelta de mantequilla y 2 vueltas de azúcar (cristalizado y vainilla).
El brioche se elabora en un molde redondo, con círculos de masa que se hinchan y caramelizan al cocinarse. Es una receta un poco rica, pero ¡qué delicia!