Es una receta no muy complicada, pero que requiere un poco de trabajo: se trata de un fondo de alcachofa sobre el que se coloca una capa de salsa duxelle de champiñones, una capa de pequeños tocinos tostados, un huevo escalfado y todo cubierto con una salsa de nata.
Todo puede hacerse por adelantado (por ejemplo, la víspera), pero el montaje se realiza en el último momento.