Es un postre de tres capas: la primera de una untuosa crema de vainilla, la segunda de una crema de coco, igual de untuosa, y finalmente una fina capa crujiente de tejas de coco.
Es casi el principio que para la crème brûlée, se rompe una pequeña corteza crujiente en la superficie, y por debajo se descubre la untuosidad de las cremas de coco y vainilla. Es una delicia...