Sí, sí, sé que me van a decir: ¿por qué pelar los tomates? la respuesta es muy simple: el resultado es mucho mejor, más cremoso, más suave en la boca.
La piel es dura y no aporta nada al sabor y los tomates comerciales ya no tienen prácticamente ningún sabor de por sí, además es allí donde se concentran las cochinadas (tratamientos, pesticidas, etc...) que recibe el fruto al crecer.