Luego llega el momento delicado de la receta, hay que conseguir sacar intacto el cilindro de miga.
Esto se hace muy fácilmente, si se ha cortado bien en las etapas anteriores, dando la vuelta al pan y sacudiéndolo un poco.
También se puede deslizar una espátula metálica o un cuchillo de hoja ancha en los lugares de los cortes y hacer pequeños movimientos de péndulo para ayudar a liberar el pan.
No hay que ponerse nervioso ni entrar en pánico, sino proceder con suavidad...