Ponga encima el tomate, una hoja de albahaca y riegue con un chorrito de aceite de oliva.
Sirva inmediatamente.
Observaciones
Si no tiene aceite de oliva con hierbas, use aceite de oliva normal y, si es posible, añada algunas hierbas (laurel, tomillo,...), que retirará al mismo tiempo que la piel de los tomates.