Sirva, si es posible, en forma de bandeja, mezclado nigiri y makis en diferentes composiciones, tan bonitos de ver como deliciosos de degustar.
Observaciones
Si sirve este sushi como entrada, cuente 4 o 5 piezas por persona. Para una sushi-party, más bien 10 y que sean lo más variados posible.
Para el sushi a base de pescado crudo, hay que prestar especial atención a la calidad y a la frescura de los pescados utilizados, que deberá ser perfecta. No hace falta mucho, así que invierta un poco en el precio y confíe en su pescadero.
Es también el momento de probar pescados que no estamos acostumbrados a comer: proscriba absolutamente el atún rojo (albacore o tunus que terminará desapareciendo de nuestros océanos si lo seguimos pescando como ahora, la estupidez del ser humano desgraciadamente no tiene límites), prefiera el salmón orgánico al salmón de piscifactoría y sobre todo pruebe pescados más ordinarios como el verdel, la sardina o la maruca.
El sushi no puede esperar mucho, es imposible en principio hacerlos la víspera, en el mejor de los casos una o dos horas antes de pasar a la mesa, siendo lo mejor prepararlos y justo después degustarlos.
La mejor manera de prepararlos es ponerse todos manos a la obra, trabajar en cadena (sushi-factory): una persona (o dos) hace los bocados, una pone el wasabi, otra el relleno y otra se encarga de disponer los platos y su relleno, etc. Esto permite ir muy rápidamente, que todo el mundo trabaje, incluidos los invitados, bromear y comentar antes de pasar a la mesa y sobre todo tener sushi muy fresco, lo ideal.
Y es aún mejor si otra persona puede hacerse cargo los aperitivos, abrir las botellas y llenar los vasos (y nos inclinamos ante Robert, que es un maestro en la materia).
¿Qué beber con esto?
Un vino tinto no muy tánico, un Beaujolais por ejemplo, o sino un vino rosado.