El tipo de pescado no importa, tome el de su preferencia, pero tiene que ser un poco grueso.
Puede sumergir los trozos de pescado una segunda vez en el huevo y luego en el pan rallado, si prefiere tener una corteza un poco más gruesa alrededor.
Otra posibilidad, sumerja por segunda vez en el huevo y luego en un bol de semillas de sésamo, adormidera, lino, etc.