Ponga 200 g de salmón fresco en agua salada con el ramillete aromático o 2 cucharadas de fumet de pescado.
Si sus trozos de salmón no son filetes, no se moleste en limpiarlos, póngalos (bien lavados) con la piel y las espinas en el agua, será muy fácil separar la carne del resto una vez esté cocido.