Pele 1 tomate y córtelo en pequeños cubos, mézclelos con el guacamole y sírvalo como en la version anterior.
Observaciones
Las proporciones de aceite, Tabasco y pimienta se dan de manera indicativa, no dude en adaptarlas a su gusto.
El chalote debe estar picado muy finamente, de lo contrario quedarán trozos que arruinarán la textura del guacamole. Es mejor utilizar un triturador o la batidora de manera que le quede mas bien un puré que un triturado.
Si (el guacamole) no se consume al momento, es necesario meterlo al refrigerador, con una ligera capa de aceite de oliva encima, y dentro de un recipiente cerrado, si no, tomará un color oscuro y nada apetecible. Al momento de servir, mezcle el aceite de encima y póngalo en una salsera.
Puede tirar la semilla, el mito que dice que si deja la semilla no se oscurecerá es... un mito. Confíe en el limón verde para eso, o mejor aún agregue una pizca de vitamina C.
Puede servirlo como aperitivo, acompañado de tortillas y de una Margarita o de una cerveza mexicana...¡Ya cambia los cacahuates hombre!