Tira de las venas hacia ti para quitarlas sin cortarlas, tienes que "seguirlas" y acompañarlas, si es necesario pasando los dedos por la carne del hígado bajo la vena.
Esta es la primera parte delicada de la receta, y hay que procurar no olvidar ninguna, o al menos lo menos posible. Las manos están muy, muy grasientas, pero se pueden utilizar guantes finos de goma.
Nota: Tendemos a decir "nervio" y "denerver", pero en realidad no hay nervios en un hígado, sólo venas.