Contrariamente a una idea muy difundida por algunos restauradores poco escrupulosos, la ternura de la carne no tiene nada que ver con la cocción, lo que significa que nos puede gustar, sin problema, la carne bien cocida (como a mi) y tener entonces en el plato una que esté, al mismo tiempo, bien cocida y tierna. Dicho de otra manera, si una carne tiene que estar medio cruda para estar tierna, entonces simplemente no es buena carne.
Notará que, una vez que la carne haya sido retirada, la cacerola queda llena de jugos de cocción que permiten hacer bastante rápido una muy buena salsa, volveré a este punto en una receta próxima.
¿Qué beber con esto?
Un buen vino tinto de Gascogne, como el "Java" (Merlot + Cabernet Sauvignon) de la familia Fezas en Larroque-sur-l'Osse.