2 : Cortar el 300 g de ternera en trozos pequeños.
3 : En una sartén o cacerola grande que no sea antiadherente (si es posible), calentar 3 cucharas soperas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, echar las cebollas, remover bien y sazonar con un poco de sal y pimienta. Cocer hasta que las cebollas estén blandas y reservar.
4 : Salpimentar la ternera y espolvorear con 1 cuchara sopera de harina. Mezclar bien.
5 : En la misma sartén, sin limpiarla, calentar 2 cucharas soperas de mantequilla clarificada. Cuando esté caliente, echar la ternera y cocer hasta que se dore (unos 5-10 minutos). Reservar.
6 : Volver a poner la sartén al fuego y verter 2 vasos de vino blanco seco.
7 : Raspar bien el fondo de la sartén para desglasar y reducir a la mitad a fuego medio.
8 : A continuación, añadir 50 ml de nata líquida y reducir durante 5 minutos.
9 : Devolver la cebolla y la ternera a la sartén, mezclar bien, calentar otros 3 minutos y listo. Sírvalo con guisantes o patatas al vapor, por ejemplo.
Observaciones
Si no tiene mantequilla clarificada, utilice un poco de grasa de oca, o aceite o mantequilla normal, pero tenga cuidado de no quemarla.