3 : Verter la leche sobre la mezcla de yemas y azúcar, removiendo bien.
4 : Devolver la mezcla a la sartén, ponerla a fuego muy lento y espesar la mezcla sin dejar de remover. La textura ideal suele alcanzarse a 83°C (181°F) (utilice un termómetro si puede), pero también puede proceder simplemente como para unas natillas.
5 : En cuanto la mezcla esté lista, retirar del fuego, añadir 100 g de pasta o polvo de pistacho, mezclar bien, añadir 200 ml de nata líquida y volver a mezclar. Enfriar colocando el cazo en agua fría y removiendo con regularidad. Meter en el frigorífico tapado con film transparente. Lo ideal es dejarlo reposar varias horas, o incluso toda la noche, para que los sabores del pistacho se desarrollen bien.
6 : Poner en la heladora 30 minutos antes de servir.
Observaciones
Si nos fijamos en la composición de un helado de pistacho comercial, a menudo encontraremos extracto de almendra o de almendra amarga, lo que, por supuesto, es una herejía.