1 : Extender 300 g de masa quebrada (masa brisée) y forrar un molde de tarta, en este caso de 24 cm (9,5 pulgadas) de diámetro. Precalentar el horno a 200°C (390°F).
2 : Corte el 300 g de queso en lonchas finas y extiéndalo sobre la masa. Yo he utilizado restos de queso feta y mozzarella, pero puede utilizar el queso que desee.
3 : Espolvorear con un poco de tomillo.
4 : Pelar y cortar el 300 g de patatas cocidas.
5 : Espolvorear por encima el queso, sazonar con pimienta y un poco de sal.
7 : Hornear durante 30 minutos, comprobando el color al final.
Observaciones
Utilice preferentemente quesos blandos como el chèvre y el morbier, que se fundirán mejor al cocinarse. El tomillo combina muy bien con los quesos que he utilizado, feta y mozzarella, pero si no está seguro de su queso o quesos, no lo incluya.