2 : Sumerja los pistachos en una olla de agua hirviendo. Espere hasta que vuelva a romper la ebullición y luego apague el fuego.
3 : Extraiga una parte de los pistachos y escúrralos.
4 : Presione un pistacho entre los dedos para hacerlo salir. Deseche la piel, y pase al siguiente. No es ningún secreto que es un trabajo de romano, y hay que proceder en varias tandas para mantener los pistachos bien mojados, de lo contrario la piel no se despega.
5 : Le recomiendo que luego los seque en el horno, 15 minutos a 150ºC (300ºF), para que se conserven bien. Conserve en un lugar seco, en un frasco cerrado.
Observaciones
Si no opta por el secado en el paso 5, utilice rápidamente sus pistachos, de lo contrario pueden tomar moho.