1 : Aplaste 250 g de queso fresco al tenedor. Si es valiente, páselo por el tamiz con una espátula de silicona, es más trabajoso, por supuesto, pero el resultado será mucho más untuoso.
2 : En cualquier caso, hay que obtener una especie de masa.
6 : Agregue todo ésto sobre el queso, sale ligeramente (dependiendo de su queso base), pimiente generosamente y mezcle bien. Verifique la sazón.
7 : Reparta en recipientes que recubrirá con film para proteger del aire y conservará en la nevera.
8 : Sirva con un buen pan, tostado (a mi gusto) o no.
Observaciones
No dude en cambiar las hierbas que le ponga, según su preferencia. Pruebe, por ejemplo, el cilantro y el cerfolio que dan un sabor delicioso. Para un sabor con más cuerpo, sustituya la mitad del queso por el queso feta.